Por fin, con el pelo tomado
Editado a las 20:47 del 2003-07-28
Ya tengo piso. El viernes pasado en una notaría en Alcorcón concluyó el proceso que había empezado hace tan sólo un mes y medio, y en el acto logré perder un buen montón de kilos (de hecho, incluso he perdido kilos que ni tenía: Algernon podría tomar nota).Todo este exceso de peso ha ido a engrosar nuestra deuda con CajaMadrid. Para colmo de males, el director de la sucursal resultó ir de "buen rollito", y me soltó lindezas como:
"Si no entendéis algo, preguntadlo ahora antes de firmar, que ahora sois los señores clientes, pero luego seréis los pesados que venís a protestar"
Aparte de eso, el Notario resultó no ser un momio como esperaba, sino un hombre de mediana edad bastante afable cuyo única misión aparente era la de leernos en voz alta las escrituras del piso y de la hipoteca y pasarnos un magnífico bolígrafo tipo "roller" con el que estampar las firmas en el documento. Después de lo cual se largó y nos dejó a solas para que finalizásemos la compraventa entregando la cantidad de dinero "B" previamente pactada. Que eso es otra. ¡Tres millones de pesetas, en dinero B! Que suena como bastante fuerte, pero en realidad, en billetes de 500 tampoco es mucho. Por cierto, que los billetes de ese valor no deberían ser de color berenjena, sino de color negro, lo cual representaría mucho mejor el uso que se les da.
No conocíamos al director del Banco, dicho sea de paso. La gestión para conseguir la hipoteca la llevó el de la inmobiliaria (en quien confiamos, algo inocentemente, para que la operación se realizase lo antes posible) y nos consiguió una hipoteca bastante aceptable: sin ser una maravilla, sí que era mejor que loque nos habían ofrecido en la calle, incluso en otras sucursales de Cajamadrid.
Si bien el rato que estuvimos hablando con el director del banco fue bastante largo -el hombre nos contó con todo detalle los tejemanejes de la operación, que incluía cheques para cancelar hipoteca del comprador, etc, etc. (al cabo de un rato ya me había perdido)- el acto propiamente dicho de la compraventa duró poco, porque se vé que los notarios están muy solicitados; la notaría era un puro bullicio de gente entrando y saliendo: supongo que todos con sus correspondientes sobres negros. Tras lo cual nos fuimos con el director de la sucursal a su tugurio bancario donde terminamos la ceremonia de las firmas: seguros de incendio, seguros de vida (que debo acordarme de cancelar dentro de tres meses), tarjetas... Ah, sí, lo de las tarjetas no deja de tener su gracia. Nos "regalaron" 4 tarjetas, a cual más flamante y poderosa: que si la Visa Electron, que si dos tarjetas de débito, que si otra Visa que te devuelve el 3% de tus compras... todas auténticas trampas, porque el primer año salen gratuitas pero al siguiente, por supuesto, empezarán a cobrarte por ellas. Otro detalle de astucia bancaria: a Bea le dieron la tarjeta Visa que tenía el límite de saldo más alto. No creo que fuese casualidad.
Ahora el siguiente objetivo es completar la mudanza de aquí a Septiembre. Parece que el casero está logrando estafar a otra pareja de incautos para el mes de septiembre. El tipo ha "actualizado" el alquiler, y de unos 550 EUR va a saltar al "club" de los 700 EUR -y eso si los futuros arrendatarios le llevan un aval bancario, que si no pide más-. En fin, que eso me da igual si vienen para Septiembre. Los que vengan detrás, que se monten una bitácora y que se quejen. Igual quien se queja es el casero cuando los futuros inquilinos metan a 3 familias de ecuatorianos.
