¿Videojuegos o hacking?
Editado a las 01:00 del 2004-08-30
De videojuegos escribía hace poco Algernon, y da la casualidad de que, por primera vez en más de un año, atravieso una época jugona. El videojuego en cuestión es el UFO aftermath, secuela de la serie UFO XCOM a la que me envicié hace ya casi diez años.El juego engancha, porque tiene la misma mecánica que la serie original: uno lleva una organización secreta encargada de eliminar la amenaza extraterrestre que ataca la tierra, y para ello va capturando alienígenas mientras que va desarrollando tecnologías avanzadas para usar en combate. Uno parte con un escuadrón de soldados que, al más puro estilo de un juego de rol, va desarrollando habilidades para ciertas tareas según su rendimiento en las misiones tácticas. Uno acaba conociendo bien a sus propios soldados, tanto que casi le da pena cuando los marcianos se lo cargan y tiene la suficiente precaución de cargar a todos los monigotes con su botiquín para que no palme ninguno en el fragor de la lucha.
En fin, que me he pillao con el juego. Hasta ayer.
No sé cómo fue, pero en un momento dado tuve una especie de experiencia extracorpórea (el rollo kármico ese de escaparse por el ombligo y verse a uno mismo desde fuera, pero sin huida umbilical) y vi a un tipo gafudo y sudoroso (vaya caló que hacía ayer) sentado delante de un ordenador haciendo clicks con el ratón de manera compulsiva y haciendo una y otra vez lo mismo: cargarse marcianos moviendo unos dibujos de tipejos cargados con fusiles de plasma y lanzagranadas, maldiciendo cuando el botiquín se quedaba sin dosis para salvar a los heridos y haciendo estúpidos gestos de victoria cuando los aviones, de puro azar, lograban derribar un OVNI laboratorio. Una y otra vez, una y otra vez... ¿podía decirse que me estaba divirtiendo? No; estaba enganchado, que no es lo mismo.
La conclusión a la que he llegado después de esta seudo experiencia mística es que, puestos a perder el escaso tiempo del que puedo disponer delante del ordenador praa friquicismos varios, mejor dedicarme a escribir código o a tratar de componer alguna musiquilla con el sinte. A día de hoy me resulta más divertido. La edad, debe de ser.