Los jueves, paella
Editado a las 01:00 del 2004-10-28
Cualquiera que tenga la triste necesidad de comer fuera de casa por motivos de trabajo, conoce los poco exquisitos lugares conocidos como restaurantes de menú del día. Por una módica cantidad que cada año sube inexorablemente (lo que no hace mi sueldo) uno puede comer un primer y segundo plato, con postre, pan y bebida. La comida no es demasiado buena (de hecho hay días en que uno se pregunta si no haría mejor comiéndose un sandwich de la máquina que está al lado de la máquina de los cafés) y el servicio es relativamente descuidado -y obligadamente acelerado para sacar el máximo provecho a las mesas-.Lo que me llamó la atención tras algún tiempo es comprobar que, al menos en Madrid, todos los jueves hay paella. Da igual el sitio. Ya sea en el Restaurante Pepe de Calle Oña, ya sea en el Sybaris de Emilio Vargas, en el Kristier de Agastia o en la difunta Bolera de la misma calle: todos los jueves hay paella. La calidad de la misma, claro, varía mucho de un sitio a otro. En unos sitios la cosa no es más que un arroz cocido con condimeto amarillo y un par de pimientos morrones, en otros se echan todas las sobras de la semana al caldero y por tanto sale con más sustancia (de hecho hoy me he encontrado lo qe creo que es un corazón de pollo en la paella; lo he apartado y he seguido zampando, pues de sabor estaba bien).
Sea por lo que sea, los jueves hay paella. Escamado acerca del origen de este extraño meme culinario, he indagado por la red y conocidos y no he encontrado una respuesta clara. En una ocasión en cierto foro me dieron una explicación plausible de por que los jueves hay paella. Ahí va:
Tradicionalmente, los jueves era el día de descanso del servicio de las familias pudientes. Era, por tanto, el día en que la chacha no estaba y no podía hacer la comida, de forma que la familia tenía que comer fuera, de ahí que los restaurantes los jueves tratasen de esmerarse más en el menú para atraer a esta clientela "especial": la forma de hacerlo era preparando una paella, y esta costumbre ha permanecido hasta nuestros días.
¿Alguien puede confirmar esto?