De los que se quedan atrapados en la nieve
Editado a las 01:00 del 2005-03-01
Normalmente uno ve esas noticias en la tele, confortablemente sentado delante del televisior, y escucha la salmodia de Matias Prats contando como cientos de almas pasan la noche en sus vehículos bajo un temporal de nieve atascados en alguna remota carretera. Y claro, uno piensa que hay que ser medio tonto para meterse en la carretera con semejante temporal, que a quién se le ocurre, que vaya ideas... hasta que le pasa a uno.Porque este fin de semana pasado Beatrizia y yo hemos quedado atrapados en la carretera por la nieve, más exactamente en la A44 a la altura de Iznalloz -recién salidos de Granada-.
Todo empezó el Domingo, cuando Beatrizia me llamó y me dijo que se anunciaba temporal para la tarde, así que convendría anticipar la salida. Me conecté a la web de la DGT y lo único que aparecía era una incidencia en Bailén: lluvia intensa. Animado porque a pesar de todo podríamos anticiparnos a lo peor, me planto en Granada a eso de las doce y media. A la una salimos de la capital.
A la una y cuarto estábamos bloqueados en Iznalloz, y por aquel entonces aún no llovía, pero arreciaba el aguanieve. Al cabo de una hora y pico, nevaba con fuerza. A las cuatro de la tarde pasó la Guardia Civil con un quitanieves (pero, si el problema era la nieve, ¿por qué en el sentido contrario no dejaron de circular coches que no venían cubiertos de nieve?). Por fin, a las siete de la tarde llegamos a un cambio de sentido en el desvío a Iznalloz (a unos 40 kilómetros de Granada) y pudimos repostar gasolina y volvernos a la capital. Fin del primer acto.
Ayer Lunes por la mañana lo primero que hicimos fue sacar un billete de tren, y tuvimos arrestos (o fuimos lo suficientemente imprudentes) como para adentrarnos en la carretera, con la intención de volvernos a la primera que viésemos algún problema. Teníamos a nuestro favor la información de la compañía de autobuses Madrid-Granada, que afirmaba que todos sus autobuses habían pasado el obstáculo de la A44 rumbo a Madrid sin problema. En una estación de servicio, un número de la Benemérita me dijo que se podía pasar sin cadenas aunque con mucha prudencia, pero que la situación estaba empeorando. La DGT anunciaba, igual que el Domingo, que había saturación de tráfico por "circulacíon intensa" (¿no es eso una redundancia?).
Pasamos Iznalloz, Campotéjar y Campillo sin más incidencias: circulábamos muy despacio entre camiones y una expedición de franceses subidos en Renault 4L's que parecían volver de un rally (¡y todas las reliquias subiendo los repechos como campeones!)
Hoy me encuentro con esta noticia y esta otra. Parece ser que los que vinieron después de nosotros ayer por la tarde no tuvieron tanta suerte.
Lo peor de todo es la cara de gilipollas que se te queda. ¿Cómo me puede pasar esto a mí? Obviamente, algo de responsabilidad tendré yo (como por ejemplo no llevar el depósito lleno: lo pagué con el ataque de nervios a fuego lento que sufrí viendo descontar cada kilómetro de autonomía en el ordenador de a bordo mientras estábamos parados).
Pero había paneles de información electrónica desconectados, y otros en pruebas. Pero la Guardia Civil no nos informó de si estábamos en un atasco o si la cosa se alargaría durante horas (lo cual es vital cuando, en mitad del atasco, pasas lentamente cerca de un cambio de sentido y te planteas si dar la vuelta o si esperando un rato podrás pasar). Pero los partes de emergencia en la radio no hablaban de bloqueos por nieve en Iznalloz: sólo tráfico lento.
Y lo peor es la información que te proporciona la DGT. El sistema de teléfono es simplemente penoso, y se limita a implementar una IVR sobre la página de incidencias. , que presenta una información no sólo ambigua (tanto el domingo como el lunes afirmaban que había "tráfico discontinuo") como obsoleta (no se actualiza con frecuencia, ¿tanto trabajo cuesta hacer que la Guardia Civil llame a la central de Tráfico?) Información a la que la gente termina por no hacerle caso.
Eso explica llamadas como las que se recibían esta mañana en la Cadena SER, donde una señora aseguraba que ayer por la tarde le habían confirmado que se podía pasar con dificultad en la DGT -exactamente lo mismo que me había dicho a mí en persona el Guardia Civil en la gasolinera-, para acabar en la ratonera del puerto de montaña, aunque en este caso ayer sí estaban cortados los dos sentidos de circulación. Y a las 6 de la mañana le quedaba un cuarto de depósito (había sido más prudente que nosotros). En la radio decían recibir montones de llamadas diciendo lo mismo: información inadecuada.
La solución parece ser que es que salga el Ministro y diga que nadie circule en toda España si no es imprescindible. ¿Qué es imprescindible? Maldición, para mí era imprescindible estar el lunes en mi puesto de trabajo. Para otros era imprescindible entregar una mercancía en Bilbao, o empalmar con un tren en Madrid: los afortunados éramos nosotros, que teníamos cama segura en Granada capital. ¿Qué es impresincidible y qué no? Para esto que tenemos no hace falta la DGT, así que cada vez que haya nieve en algún punto de la geografiá nos quedamos todos en casa -no se puede circular, ya saben- y ya está. ("Oiga, Rupérez, ¿por que no vino ayer a trabajar?" "Es que nevó en Teruel").
Mi recomendación personal: la próxima vez que quiera saber el estado de las carreteras entre Granada y Madrid, llamaré a Alsina Graells. Ellos intentan hacer pasar un autobús cada hora, como mínimo. Se enteran antes de los problemas.