Morirse en un blog

Editado a las 10:03 del 2005-10-19

No creo que pueda clasificarse a Haro Tecglen como un bitacorista de pura cepa. Su página es un regalo que su familia le hizo al cumplir 80 años, y supongo que alguien se encargaría de introducir las historias y administrar el sitio (trajín tecnológico en el que no me figuro metido a Eduardo). Sin embargo, en su bitácora cada día aparecía una historia (aunque fuese la que publicaba en El País) y uno podía sumergirse entre la marabunta de troles y admiradores, y comentar. Cuentan que jamás se borró un comentario de esa bitácora.

Viene esto a cuento de qué distinto es morirse en estos tiempos que corren. Antes uno hubiera abierto el periódico (bueno, los que leyeran periódicos) y se hubiera encontrado con la necrológica y probablemente la esquela y ahora te encuentras una entrada en uno de tus feeds y no sólo tras la defunción sino incluso días antes. Algo parecido ocurrió con Bob Moog: la noticia de que su estado era casi irreversible corrió como la pólvora y su bitácora (nuevamente tampoco una bitácora al uso, pues estaba montada en el hospital donde recibía tratamiento) fue objeto de innumerables visitas, muestras de apoyo, despedidas...

Se mezcla la esperanza y deseos de recuperación con las solemnes despedidas, los insultos de quienes no respetan ni a un moribundo, los ánimos a la familia. Y durante unos días (uno y pico en el caso de Eduardo, algo más cuando Bob) uno está en vilo, esperando novedades que llegarán por el agregador.

Son tiempos distintos, supongo.

2 comentarios

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Comentarios

1
De: Epaminondas Pantulis Fecha: 2005-10-19 10:22

Me corrijo: igual EHT sí era más aficionado a la informática de lo que mis prejuicios me indicaban.



2
De: godo Fecha: 2005-10-20 10:39

Decía ayer que es curioso como "la red" ha ido entrando en nuestras vidas. Los que llevamos tiempo en ella hemos conocido todo tipo de "redes sociales virtuales". Recuerdo mis tardes en la ESI, frente a los terminales "tontos" con letra verde sobre fondo negro, deshojando uno a uno los hilos de las news, también recuerdo mis primeras suscripciones a listas "temáticas" de correo electrónico (y la sensación que recorría mi cuerpo al descubrir que otras personas tenían las mismas inquietudes y los mismos problemas, "focalizados ambos", que yo), luego llegaron los foros (que no solía frecuentar porque había mucho troll y poca sensatez)... luego lo malo fue ganando la batalla a lo bueno: y el ruído se fue extendiendo por las listas y por las news... ("tanto tanto ruído" J. Sabina). Entonces uno descartaba el contenido de un mensaje (en las news y en las listas) con tan solo leer el título y/o el autor (filtro bayesiano que los demás se empeñaban en educar).

Mi último descubrimiento de este tipo de fenómeno de sociovirtual, como bien apuntas Epaminondas, han sido los feeds. Fundamentalmente me aportan mayor nivel de intimidad (generalmente sólo escribe un autor), más complicidad, más capacidad de selección... Y creo que no sólo se comparten entretiempos sino sentimientos.

En fin, al final creo que no son tiempos tan distintos: el roce hace el cariño (como dirían mis mayores).

Un abrazo.

P.D.: ya te echaba de menos en mis suscripciones. Deseaba leerte.