Comercio electrónico: cuestión de confianza
Editado a las 07:56 del 2005-11-15
Historia primera. Leo en Loud Thinking que Six Apart, tras sufrir algunos problemas durante la pasada semana, ha presentado a sus usuarios con el siguiente cuadro:Bien por Six Apart.
Historia segunda. Hago un pedido a Qoop, un servicio de impresión de fotos asociado con Flickr. Al cabo de dos meses sin haber recibido nada en casa, me pongo en contacto con ellos a través de un formulario web. Al día siguiente, me responden afirmando que a ellos les consta que han mandado el pedido y no se explican cómo no me ha podido llegar, pero de todas formas, me envian otro sin coste adicional y además lo envían por DHL en lugar del correo ordinario. Hoy me ha llegado la confirmación de envío y ya tengo número de seguimiento.
Bien por Qoop.
Historia tercera. Leyendo los comentarios a esta historia de Enrique Dans, me entero de la existencia de Naranjas Lola, donde suministran naranjas -al parecer de calidad superior- a domicilio. Me inscribo en un formulario a la espera de noticias y ese mismo día me llama un señor que afirma ser el marido de la propia Lola, que me cuenta cómo funciona el negocio, y es tan sencillo como esto: el día y hora acordados con él (y no con el transportista) me debería llegar a casa una caja de 15 kilos de naranjas. Si me gustan las pago. Si no me gustan (o, por supuesto, no me llegan) no las pago.
Bien por Naranjas Lola.
No es tan difícil hacer las cosas bien y las tres empresas -relativamente pequeñas, dicho sea de paso- que he mencionado en esta historia han captado la idea. Ellas confían en mí, yo confío en ellas.