Los parquímetros de Gallardón
Editado a las 12:33 del 2006-03-02
Hasta ahora, el alcalde de Madrid, Ruíz-Gallardón ha pasado por ser del selecto grupo de políticos moderados del Partido Popular. Se ha hablado incluso de que podría ser presidenciable dentro de unos años si la Operación Rajoy termina en otro tropiezo electoral. A destacar su postura frente al matrimonio de parejas del mismo sexo y el no martirizar a sus conciudadanos cantando villancicos televisados en Navidad, como hacía su antecesor.Sin embargo, podría ser que Ruiz-Gallardón (a quien algunos ya llaman Ruíz-Socavón) haya dado con un hueso demasiado duro de roer, el de su propio y faraónico empecinamiento. No conforme con convertir el trayecto diario de muchos madrileños en un suplicio por su ambición de reformar completamente la M30 atiempo para las próximas elecciones municipales (quedando la via completamente plagada de obras simultaneas), el Alcalde ha decidido ampliar la zona de estacionamiento limitado (léase aparcamientos de pago en la calle) a toda la almendra de Madrid limitada por la M30, asi como algún barrio más.
La supuesta idea tras la medida es desincentivar el uso del transporte privado (si bien entonces no se entienden las reformas en la M30 que amplían su capacidad). El problema que tiene esto es que lo que sí es válido para los distritos mas céntricos de la capital (bien dotados de estaciones de Metro, donde se puede llegar fácilmente a una estación en 5 minutos a pie desde casi cualquier sitio) no lo es tanto para barrios pefiéricos como Hortaleza, Carabanchel o mi querido Barrio del Pilar. Por si fuera poco, si bien en los distritos del centro el problema de aparcamiento se puede deber a la actividad laboral y comercial, en estos barrios donde ahora pretenden implantar el aparcamiento regulado (SER, tiene su retranca el nombre) el problema del estacionamiento no se debe tanto a visitas como a la cantidad de vecinos que viven. En conclusión: en estos barios no hay tantas visitas que disuadir y sí que van a acabar cobrando a los propios vecinos por aparcar en una calle que va a seguir teniendo los mismos problemas de sitios libres.
Hay dos cosas que me gustaría destacar.
Primero, la reacción vecinal, que además se ha organizado con sitio propio en Internet. La reacción ha sido especialmente violenta en Carabanchel, donde los vecinos se dedican (¿espontáneamente? no lo tengo tan claro) a destrozar parquimetros, mientras la presencia policial aumenta por primera vez en muchos años...
Segundo, y tras leer muchos comentarios a las noticias, Ruiz-Gallardon ha conseguido algo inquietante: ha logrado balcanizar la Comunidad de Madrid: los habitantes de los pueblos de la periferia (claramente fastidiados por las obras y porque no pueden optar a las facilidades para residentes) contra los habitantes de la capital.
Y es que cuando se destapa la caja de los truenos luego resulta difícil taparla...