El uso de Twitter puede ser perjudicial para la salud de la Red
Editado a las 07:40 del 2007-03-30
A fecha de hoy soy el sexagésimo sexto usuario hispano de Twitter con más contactos (es Lupión, no Lupián, van dammit!) Y para celebrarlo como es debido, me voy a dedicar a echar pestes de Twitter .Soy usuario de Twitter desde el 13 de diciembre del año pasado, y por aquel entonces la idea me pareció muy ingeniosa y sugerente: un sitio donde poner las mismas chorradas que se suelen poner en las status line de los servicios de mensajería tipo Messenger, GTalk, etc, esas que los jovencitos llenan de caritas, corazones, l33t 53p4k y que resultan un enigma indescifrable si has pasado de los treinta.
Y así, poco a poco, evangelicé a algunos contactos, me fui topando con otros, y fui tejiendo mi pequeña red social en Twitter.
Casi cuatro meses después, Twitter se ha convertido en el coño de la Bernarda porque la gente lo usa como una especie de IRC (¡pobres bofhs tanto tiendo capando el puerto 6667 y al final para nada!) . O, como el gran Luis Villa dijo: «¿Te imaginas oir los pensamientos de toda la gente? ¿Twitter empieza a dar por culo?»
Pues sí, al final Twitter empieza a dar por culo. Una vez que tus contactos superan cierto número, tienes que desactivar los avisos por mensajería instantánea o de lo contrario resulta difícil trabajar. Pero es que incluso cuando estás aburrido y no tienes nada mejor que hacer (que ya es como para pensárselo) Twitter resulta inútil: la mitad de los twits que leo están fuera de contexto (porque son respuestas a gente que no está en mi red) y la otra mitad proviene de gente que está a menos de 20 metros de distancia de mi (es lo que tiene trabajar en la Gran Corporación) con lo cual tampoco me aportan nada nuevo.
Lógicamente, algo tiene que tener Twitter que engancha, y es que:
- Es fácil de usar (¿sabes teclear?)
- Siempre está disponible (salvo cuando está caído, cada vez con más frecuencia ultimamente)
- No requiere esfuerzo intelectual: puedes escribir cualquier sandez y nadie te dirá que vaya mierda de twit.
«Ver fotos de puestas de sol o leer frases sueltas no require esfuerzo cognitivo alguno. Son el equivalente mental a las chucherías, empiezas con una y antes de que te des cuenta te has zampado dos latas de Pringles y eres un experto mundial en los hábitos de viaje de Enrique Dans.»