Elogio del ceceo
Editado a las 14:11 del 2007-04-06
Hoy me he topado con este Elogio del Ceceo , de Luis Carlos Díaz Salgado, y me he sentido plenamente identificado.Sí, amigos, mis lectores no lo saben, y ni tan siquiera muchos que me conocen personalmente se lo imagen: yo ceceo un montón. De hecho, puede decirse que tanto mejor amigo mío eres cuantas más veces me hayas oído ceceando.
Normalmente no ceceo porque no me gusta llamar la atención demasiado, y en Madrid da demasido el cante lo de andar ceceando. Pero si estoy un poco bebido, un poco enfadado, un poco alegre, o una combinación de las tres cosas pueden escapárseme las zetas y las cés. Y, por zupuesto, si hablo por teléfono o en persona con mis ceceantes amigos o con mi familia malagueña, rápidamente las sordas fricativas interdentales comienzan a aparecer cada vez más.