Los riesgos del tráfico
Editado a las 13:00 del 2008-02-23
Ayer al llegar a casa pensando en el entrecot y la posterior siesta me encontré con una sorpresa en la puerta del portal de la calle. Toda la estructura de hierro estaba doblada como a medio metro de altura, con la pintura desconchada por el impacto. No quedaban restos de los paneles de cristal, así que puede atravesar el marco por el hueco sin tener ni que abrir la llave. Había señales de neumático en la acera. Lo primero que pensé fue en una especie de alunizaje, como en los robos de joyerías, pero no parecía tener mucho sentido. Tampoco le di mas vueltas, supuse que habría sido obra de una furgoneta de reparto o algo -por la violencia del impacto- y subi a comer. Más tarde, por medio del vigilante nos enteramos del suceso: al parecer una conductora, aparcando, había confundido el freno con el acelerador al aparcar, lo que había provocado que se estampase contra el portal.Parece grave, muy grave, que haya elementos como este circulando no ya por las carreteras sino incluso por las calles, alguien que es capaz de cometer una distracción tal que le lleva a no distinguir qué pedal es el que está pisando y, sin la menor capacidad de reacción, es capaz de saltar el bordillo de la acera (¡cómo no pisaría el acelerador!) y estampar el coche contra una puerta que está a tres metros del bordillo.
Al principio hace gracia. Pero luego piensas que podías estar tú entrando o saliendo por la puerta que había quedado destrozada, y a ver qué les hubiera ocurrido a tus rodillas. O a tu hijo.